De súbito me veo ante esta rata…todo tembloroso y jadeante…una ratota frente
a mi misma cara…con unos bigototes que parecen espinas, cerdas de puerco…un olor nauseabundo
se despide de su hocico… y siento desmayarme…sus ojos vidriosos me hacen halucinar
mientras me pregunto que pasa…repentinamente estoy en su estomago…se siente una superficie esponjosa
y super hedionda…que me llega hasta los tobillos…semi verdosa…y amarillosa…cómo la bilis…la pus…

y ahora si creo que me voy a desmayar…se oyen voces a lo lejos…
este sitio es cavernoso…se oyen voces altisonantes…insultos…risas vulgares…percibo el aroma de colonia barata…
y alientos putrefactos…aromas púbicos fuertes…y  penes sucios…
oigo unas voces que parecen limpias y coherentes…lo digo porque suenan claras y amorosas…
veo hacia la parte posterior del recinto, lo que parecen ser asientos grises con una toallita en el respaldo…

parecen ser unos individuos…sosteniendo en sus manos teléfonos celulares…( esto parece una pesadilla )
gritando y vociferando a un orador en turno…y hay unas banderotas tricolores al fondo…y una mulitud de individuos
sentados detrás de un proscenio…y de nuevo, esas risas vulgares y fuera de sitio se manifiestan…
y se siente una asquerosidad que se podría cortar con un cuchillo…la voz del orador en turno expresandose
con coherencia no es escuchada ni considerada…habla de una distribución justa de algo…
no se alcanza a oír muy bien…y lo ahogan con insultos y más insultos…mientras se escucha
una risa vulgar e interminable…estoy en La Camara de Diputados del Distrito Federal.

Ernesto Onofre

Leave a comment