El primero; sucio, ancho, gordo y lleno de malsana pobredumbre.

Pesado a más no poder. Extenso, obscuro y pesado al emprender el vuelo.

Su sombra del tamaño de todo un pueblo.  De ojos vidriosos por la ansiedad y deseperación.

Falto de sueño y hasta el tope de carroña en su estomago.

El Zopilote, sobrevolando tu mente con su prima La Incertidumbre.

Haciendote sentir indefenso ante un abismo.

La criatura indeseada que se quiere abortar al instante de concebirla.

Bilis en la punta de la epiglotis.

Monstruo al que acompaña la Insomnia, su hermana. Amante incestuosa.

Plomo en las venas que paraliza tus movimientos

Que asesina tu alegría.

Hielo seco en tu mente. Fiebre pútrida en tu imaginación.

Pensamientos apocalípticos. Tu mente rayando el limite de tolerancia.

Tu respiración jadeante y apresurada. Tu pulso precipitante.

Tus palabras entrecortadas e inarticuladas.

Tu cerebro a punto de explotar cuando El Zopilote te acaricia obscenamente. Repugnantemente

Necesitas aire fresco…la mano de uno de tus seres queridos…gritas…!

y el Zopilote se retira…te recuperas de tu delirio…y te ves frente al Cisne de la Esperanza.

Hermoso; con su cuello erguído y elegante…orgulloso…

el que resguarda el fuego de la Tierra de nuestra Madre Mexíca…

La que cada amanecer inunda tus pulmones de amor.

El Cisne de la Esperanza se desplaza por tu mente libremente…

como la brisa y la lluvia entre los árboles…las flores…las montañas…

hasta la orilla del infinito.

Está en ti el escoger…

te sugiero el Cisne de la Esperanza…acariciar su delicado cuello…

( les encanta ) se va a enamorar de tí cuando sienta tus suaves manos

y tu forma de acariciarlo.

Te sugiero le llames ” Cielito “…( son muy cursis) pero así son ellos.

Y nosotros somos personas muy serias.

Espero que el Cisne de la Esperanza te lleve hasta las estrellas.

Ernesto Onofre

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