Escribirte y mandarte por correo rápido unas bonitas palabras.

Con una caligrafía linda y entendible y unas palabras sublímes.

Algo que te emocionara y te hiciera suspirar por mi como lo hago por ti.

Ay, pero que pena, no poder ser capáz de hacerlo.

Voy a ir al Teatro Degollado y ver si un escríbano me ayuda.

Cada que paso junto a ellos escucho a personas dictando cartas para sus seres queridos.

Tal vez ellos, con su inspiración y practica, me ayuden.

Ay corazón, no desesperes.

Maestro, buenos dias.

Buenos dias.

Quiero que me escriba algo bonito para mi amada.

Bonito..? como que…? me puede describir a su amada?

Claro que si.

A ver, cómo son sus ojos…?

Sus ojos son dos soles.

Sus mejillas?

Tersas y rosaditas. Bueno, no se le nota mucho el rosado de sus mejillas

porque es morenita como yo.

Sus labios?

Son la puertas al Paraíso.

Sus manos?

Dos alas.

Su cuello?

Un suspiro.

Su cabello?

La noche en el dia. Cuando cae cómo cascada sobre mi cara, veo las estrellas.

Sus besos?

Las estrellas en mis manos.

Maestro, así no vamos a terminar nunca.

No se enoje, conmigo, hombre, estoy tratando de ayudarlo.

Yo sé, yo sé…pero mire, para acabar pronto. Ella es más hermosa

que Ducinea y la Virgen Maria juntas.

Joven! que sacrilegio es ese?

Que sacrilegio ni que nada…! es puro amor maestro.

Sólo de pensar en ella me da fiebre, como en la canción.

Se me nubla la vista y mis piernas desfallecen.

La respiración se me entrecorta y toda mi salud y estado mental se colocan

al borde de un abismo.

Maestro, no sea malo y ayudeme. Ahí usted amplíese…pongale

un algo por aquí y otro tanto por allá.

Todo lo que deseo es arrancarle una sonrisa.

Y que cuando la vea, me dé un beso eterno.

Gracias maestro. Apunte mi nombre.

Ernesto Onofre

Leave a comment