Ese que está azotando estados al Pacífico.

A mis hijos queridos que viven en Mazatlán, Concordia, Barrón,

Rosario y puntos intermedios.

Se me fue de las manos. No lo pude contener. Algo me falló.

Lo siento hijos míos.

Más no se preocupen. La Santa Iglesia desde El Vaticano,

incluso la Reverendísima Basílica de Guadalupe con su vocero

Norberto Rivera. Y la primera, por el papa. Han anunciado que en breve

ha de llegar una ayuda masiva. Los detalles logísticos se están transando.

Perdón, trazando.

Entiendo que el sufrimiento por el que atraviesa la ciudadanía es

indescriptible. Pensemos sin embargo y sintamos empatía por el cuerpo

eclesiástico. Principalmente mis sacerdotes adorados. Esos que adoran

niños y jovencitos. Esta noche no dormirán acompañados.

Les ruego que recen por ellos y los ayuden. Qué tal si los invitan a dormir

y los alojan en el cuarto de Juanito?

Les mando muchos besos y abrazos.

Y este domingo, no olviden dejarme su billete.

Su Mami La Guadalupana.

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