La botella es la primera.

Fiel todo el tiempo. Me escucha en ensordecedor silencio.

Cuando bebo su dulce contenido, mí cuerpo se relaja.

Mi mente se despeja para abrir un sendero a mi imaginación.

Mi mejor amiga. Junto con las estrellas.

Me lleva por ríos de palabras. Como un barquito mágico.

Y paramos aquí…paramos allá…como por las carreteras de México.

En este pueblo mágico, en este otro.

Y todo sin moverme físicamente de mi silla. Vamos por el segundo

vaso, vamos.

Vemos el arco iris por aquí..ríos caudalosos por allá…

sentimos la lluvia…

Sus labios son tibios y dulces. Cuando su saliva inunda

mi garganta, mi cuerpo se estremece y quiero beber más.

Su cuerpo es firme y sólido como una montaña en mis manos.

Esa es la botella. Unos buscan la amistad de otros.

Yo solo la de ella. Jamás se ha quejado de las sandeces que he dicho.

Y es más…después de unos momentos disfrutando su correr por

mi cuerpo…me hace pensar si actúe bien en el día. Es invaluable

su presencia en mi vida.

Tengo amistades y familiares que jamás

se acuerdan de mi. Lo que agradezco profundamente.

Y con su pan se lo coman y yo con el mío.

Y así estamos muy bien.

Botella mía botella hermosa.

Eres como una rosa.

Eres esplendorosa.

Dame toda tu cosa.

Que es la más hermosa.

Bella como la noche.

Dulce derroche.

De amor y fantasía.

Quiero que seas siempre mía.

Que les digo.

EO

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