Puertas cerradas al Salvador.
Noche fría y de desamparo.
José, María y un Niño Jesús tocando puertas.
Mientras las estrellas brillan cuales soles.
Finalmente un pesebre disponible para un príncipe de Paz.
Un universo de humildad en un pecho de paja.
La risa de un pequeñito. Estruendosa como un océano.
Ante las puertas de un mundo no abiertas hasta entonces.
El amor como símbolo universal.
Reto que terminaría en una Cruz.
Un legado de oraciones transportadas a través de los siglos.
Las más de las veces malinterpretadas causando destrucción.
El desciframiento de un borrador de valores
que aún no se esclarece.
Que bueno que hubo un hombre bueno como Él.
Ejemplo de emular.
Por estas fechas, para convivir en amor y amistad.
Y que todos somos hermanos hasta la eternidad.
EO