Está a la vuelta de la esquina.
Día de darle al PRIAN en su madrina.
Embonándoles el chile hasta la salida.
Dolorosa, lentamente y sin saliva.
Se han de desgreñar de pura frustración.
Cuando les pase por encima el voto en su camión.
Día anhelado y soñado por el obrero.
Que siempre estuvo en un agujero.
Cuidado, ubiquemos el voto con la cruz.
Imaginemos Jesus dándonos la mano con la tea de la luz.
Imaginemos México como un sol brillante.
Mientras nuestro presidente nos saca adelante.
Imaginemos los niños y abuelos libres en las plazas.
Desde Zacatecas, Guanajuato hasta Plaza de La Raza.
Este seis de junio, el águila hará trizas a la serpiente
que por años ha sido la carroñera de una herida sucia e hiriente.
Que viva México en su resurrección.
Con el ejemplo de ser una nueva nación.
Que vivan la Justicia y la Honestidad.
Y las estrellas nos guíen hasta la eternidad.
Ernesto Onofre