Tenía cien oraciones y poemas aquí en la punta de mi memoria…
y se fueron! No las encuentro. Ya revisé cada rincón de mi cerebro por
todos lados. Desde el lóbulo frontal al parietal. Del occipital al
temporal. Del hipotálamo al cerebelo. Bueno, de lado a lado y no
encuentro una sola palabra. Menos, una oración completa y mucho
menos, uno de mis insulsos poemas que te hacen llorar.
No sé si de emoción o de mofa. Sea cual fuere el motivo, no encuentro
ni jota. Siento que el pozo mágico donde guardo todas mis mejores
cosas por decirte se ha secado. No alcanzo a ver ni gota. Luce más seco
que las palmas de mi mano. Y ahora que voy a hacer? Santo Rosario
de La Vela de mi Inspiración no me abandones. Como he de dormir
esta noche sin antes decirte todo lo que te amo? Bueno, no terminaría
ni esta noche ni este siglo de decírtelo. Ojalá comprendas amor mío
que mi amor es todo tuyo y sólo tuyo. No pienso ni en la sagrada virgen
sino sólo en ti. Te lo juro. Cuando de repente el Demonio quiere
deslizar imágenes de otros rostros tan hermosos como el tuyo en mi,
me azoto las espaldas con los mismos rósales de aquí afuera. En
penitencia por mi osadía. Amor mío. Recibe un beso mío. No lo
rechaces. Te amo como a ninguna, vida mía.
EO