En la pesada sombra de mis recuerdos que me encorvan la espalda.

Y te muestras elusiva como mi próximo pensamiento. Y cuando pienso

haberte tocado y abrazado, me doy cuenta que eras una idea.

Un cuerpo informe en la febril temperatura que me acongoja.

Y doy manotazos como un loco por todo mi cuarto. Azotando las

paredes y puerta. Un sudor frío recorre mi cuerpo mientras te busco.

Sé que no estás aquí. Pero esta obsesión perturbadora es el alcohol

que me está quemando las venas. Salgo al patio a respirar el aroma de

la Flor de Noche. Siento los brazos del viento frío y mi cuerpo se sacude

al contacto de ellos. Las estrellas nunca lucieron mas inalcanzables y

lejanas. Yo, yo que las tenía al estirar mi brazo y coger un puño de ellas.

Cuando te llenaba con caricias con ellas. Mientras nuestros cuerpos

desfallecían y hundían en un profundo lago de deseo y lascivia.

Toda vez que fuiste mía. O así creía.

Te busco por el momento como un obseso. Por tan solo, uno de tus

besos.

EO

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