Dulce amor mío. Cada beso tuyo es un paso en un sendero sin final.

Quiero llegarme hasta el, y para ello necesito de cada uno de tus besos

para continuar. Es esa la razón del álgido momento del encuentro?

Que una vez llegado a el, necesitas del descanso para poderlo rehacer?

Yo no sé. Lo que si sé es que mi amor es el segundero que acaricia el

viejo reloj de la sala. Y que tengo que ir enseguida del próximo.

Amor mío. Dame todos tus besos en uno. No es posible?

Bien, he de esperar cuando sea tiempo para el próximo para poder

sentir una vez más el sabor de ti.

Ah, amor mío.

EO

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