Escurrirme fuera de mi piel y rescatarme en el capullo nocturnal.

Bajo mis sábanas, esperando por la mañana ser una vez renovado.

Como cada día, al toque mágico del último rayo de luna y aire fresco de

la madrugada colándose por los poros de mis manos.

Mis manos y brazos que rodean tu cintura. Y tu aliento tibio y suave

en mi mejilla. Antes de ese momento. Quiero decirte que el día de hoy

fue mágico como cada día que que gozo de ti toda. Tu tiempo, risa,

amor y compañía. Amor mío. Mi piel del día se desvanece al contacto

del aire. Si, no es notorio. Solo siento un deslizamiento muy sutil

dejándome. Como cuando exhalas, y tu última exhalación se mezcla

con el éter del cuarto. Y yo la inhalo y absorbo, siendo para mi mi

fuente de vida. Tu amor. Amor mío, antes de retirarme al capullo de tus

brazos, dame un beso y luego cuando estés a mi lado para apagar la

lampara y contarme un cuento, me das otros besos más.

No demores amor mío. Te espero en breve. Deja por favor agua al grillo

en el pretil de la ventana. Gracias, amor mío.

Te amo.

EO

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