El apego al amor por el prójimo. A convertir la divisa del tiempo en

momentos imborrables. Compartiendo momentos tristes y alegres.

Más los últimos que los primeros. Compartiendo la mesa y el pan.

Risas, besos y abrazos. La magia del momento inefable tocado por

los indices de la Vida y la Providencia. Sabor a arrayán que endulza el

alma. Y del que quieres en el siguiente encuentro más y más.

Tenemos unos amigos tan lindos…ojalá que como tú también.

Quienes son todo lo de arriba. No querría pecar de empalagoso ni

zalamero y hasta ahí he de llegar.

La Providencia los siga manteniendo sanos a ellos y a nosotros para

seguir gozando esa alegría y felicidad.

EO

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