Muere un ser querido…y tú garganta arroja el grito acompañado del
mas impensable dolor. Cual chillido de águila rozando las nubes. Cual
aullido de lobo estepario hiriendo a las mismas estrellas. Y la gana no
es solo de desgarrar tus ropas, ni de arrojar ceniza sobre tu cabeza.
Sino la de deshacerte de tu misma piel y todo de ti alrededor de tu
diminuta humanidad. Incapaz de sentir la presión de mil océanos.
El dolor de diez Golgotas. y tu corazón al punto de un infarto.
Ah…aquel hermoso azul cielo…súbitamente se torna oscuro…
triste como la misma tristeza. La lluvia pertinaz sobre ti que te hacía
cantar y gritar de alegría…es un diluvio sobre tus espaldas. Ah…como
puede ser posible que la tristeza pese tanto? Y te sumerges en ese
lago inesperado de tristeza…sin darte cuenta que eventualmente…
el nivel del mismo ha de regresar a su nivel anterior. Apacible.
Mas en via de mientras el sufrimiento es infinito y el deseo por llegar
a la otra orilla…luce interminable…buena suerte hermano mio.
EO