Ancho como el mismo mundo. Como el Pacífico y el

Atlántico. Donde con la puerta de par en par se llena de estrellas

y la luz argentina de la luna. Donde cada noche se llena del aroma de

Flor de Noche. Y me visita el silencio acompañado del canto de mi

hermano el grillo. Donde escucho a lontananza el aullido del lobo.

Por allá arriba en el cerro. Desde donde me saluda. El cuartito donde

cruzo mi pierna y escribo sobre mi mesita los versos para mi amada,

Que no serán la gran cosa pero que para mi lo son todo.

Te imaginas acaso un mejor cuartito para pensar y escribir tantas

cosas como el mío? Imposible. Mi cuartito es mi tercer pulmón.

Y donde mi imaginación respira. No sé si Dios dispone de un cuartito

como el mío. El pobre, con tantas suplicas a diario las cuarenta horas

del día, vete a saber si tendrá tiempo para él. Oye…quien querría ser

Dios? Yo no. Pero te decía, este cuartito es bello. Tres paredes y una

puerta. Es todo lo que necesito.

EO

Leave a comment