Mira, quiero decirte algo. Aquí entre tú y yo.

Ya se aproxima supuestamente la fecha de tu

nacimiento, si. En la que medio mundo te pide un

cúmulo de cosas. Principalmente regalos. Mira nomás.

Y luego, en qué…? tres cuatro meses más adelante, festejarán,

si, festejaran, porque es lo que hacen, tu crucifixión. Así.

Bueno. No sé si te has enterado de todo lo que está pasando

allá por tu viejo barrio….ay, ay, ay. Una de muertos…

Ya casi son tantos como los mismos granos de arena del

Mar de Galilea. Infantes, niños, adultos, ancianos…eso que

está pasando…no te lo imaginas…no tienes idea…si crees que

cuando te despacharon se mandaron, no. Pues imagínate…imagina

cuánto dolor…cuántas Marias lloran en este momento de dolor…

en tus tiempos había cruces de madera donde colocaban cómodamente

al perpetrador. Ahora, ahora no. Ahora llega un misil con el estomago

de fuego, y arrasa barrios enteros. El tuyo ya no existe. El mercado

a donde ibas por el pollo y los rábanos…no. Eso era hasta ayer un

edificio de apartamentos. Las lágrimas de tanta madre por sus hijos

compite con el volumen del Mar Mediterráneo. No, no, no.

Pero, bueno. Ojalá que te encuentres bien dondequiera que te

encuentres. A “ la derecha o izquierda “ de tu querido Dios padre.

Que así como no te salvó a ti…pues no ha puesto un alto a todo esto

que está pasando por tu antiguo barrio.

EO

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