Niños en Tel Aviv disfrutando una linda cena.
Para aquellos que veneran a aquel joven Jesús. Aquél
buen hombre que ni sabía que decía. Pero quien a medio
mundo enardecía. Particularmente al gobierno Romano.
Hablaba mucho…decía cosas que hacían
pensar a los demás…sembrando la semilla de la duda y falta de
civilidad entre todos como comunidad…cosas complicadas como esas…
que decidieron despachárselo. Sobre una cruz muy linda acabada de
hacer. El pino de la misma aún estaba fresco. Pero, en qué estaba?
Ah si. Las fiestas Navideñas. Mientras en Tel Aviv, unos gozan estos
días en fiesta y alegría, en Gaza, es todo lo opuesto.
Ese mismo niño de nueve años que jugaba con el niño Israelita, ahora
se encuentra quien sabe dónde y en último grado de angustia y
desesperación, sin su amigo ni familia inmediata tampoco. En limbo.
Rodeado no de juguetes y tibia calefacción. Si no de frío y
desesperación. El futuro es para él y los suyos, más incierto que
la misma incertitud. Esta va a ser otra noche más de tratar de dormir
con el estomago vacío. Oyendo el rugido implacable de aviones y
misiles haciendo unos baches intransitables por toda Gaza.
Sin padres ni alimentos…adonde irán a parar tantos lamentos?
No nos importa. Dicen los E.U. e Israel. Por el momento.
EO