El silencio es para mi la más dulce compañía.

Acompañada de los sutiles coros del grillo, la lechuza y el

lobo en lontananza. Cerca de la montaña. Descansando a la orilla del

arroyo por ahora a esta hora. Mientras acaricia a la luna con su

eterna mirada. Desde el inicio del tiempo. Y su cuerpo ágil y cansado

reposa por el momento. Ya mañana será otro día. El grillo es uno que

nomás no me deja en paz. Y se lo agradezco. Sin su canto no toleraría

ni sería capaz de escuchar el abrumador sonido del silencio. El sonido

producido por la hojarasca que arrastra el viento afuera de la

buhardilla ayuda también. Y que les podría decir del ronquido de mi

perro a un lado mío. Y mi gato ronroneando muy cerca de mi.

Estamos bien. Bienvenido seas siempre Silencio hermano mío.

Deja que me asegure que la ventana queda entre abierta y el cántaro

tiene suficiente agua para mi esta noche.

Las estrellas lucen estar en su lugar. Tengo papel y pluma para

escribirle unas cosas a mi amada para dejarlas en el correo

mañana.

Buenas noches.

EO

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