Ahora en unos meses que Obrador se retire a su
quinta a descansar. Ya no veremos su sonrisa alentadora
cada mañana. Sus lindas e ilustradoras lecciones de Historia.
Su brillante inteligencia cual sol en ese salón. Haciendo añicos
las posturas políticas más corruptas y duras que dañaron a la nación.
Con un: ah, mis ternuritas.
Su caminar de Norte a Sur y Oriente a Poniente por el país. Cada día.
En la vecindad nos vamos a entristecer con su partida.
Pero también nos va a dar gusto se retire a vivir a gusto en compañía
de su esposa y su familia en sus días venideros.
Deseándole lo mejor de todo. Que duerma tarde y se levante sin
pendientes. Que Doña Juana le prepare ese pescado con ajo que le
encanta. Bebiendo agua de Limón con chía. Descansando en su
hamaca mientras su esposa le canta una bella melodía.
O le susurre al oído un: te quiero.
Ese día hemos de desearle lo mejor a nuestro mejor presidente…
Que el aire salado del Atlántico y el aroma de los mangos y
membrillos de Tabasco le llenen el alma de alegría.
Buena suerte, hermano Andrés Manuel.
EO