Prado 569 era nuestra dirección. Entre Mexicatlxingo y Vidrio.
A una cuadra de Montenegro. Otra de Avenida Tolsá.
Una cuadra de Faustino Ceballos. Seis de La Lafayette.
La avenida más linda de Guadalajara. Con cien fuentes en
medio de su calle…y mil jacarandas frondosas a los lados. Imagínate.
Eso lo viví en mi infancia. Allí nos llevaban mi papá y Guadalupe a
correr y jugar los domingos. Los otros días jugábamos en la cuadra
del barrio. Todas las noches. Jugamos todo juego que implicaba a
todos participar. Todo el tiempo estábamos en movimiento.
Corriendo…alcanzándonos…brincando sobre nuestras espaldas…
no recuerdo el nombre de ese juego…” uno, tú Tío Bruno…dos…
patada y cos…tres…desde aquí otra vez…cuatro…te pinto tu lindo
retrato….cinco, desde aquí te brinco…seis, desde aquí otra vez…
Jugamos, “ Stop “. Saltamos la cuerda. Jugamos…” Chivo caliente y
gordo…” cuando nos cortaban la luz por exceso de pago y recurrimos
a velas para remediar el problema. Friendo los frijoles a la luz de ellas
en la cocina y luego transportándolas al comedor para cenar.
Y jugamos a las “ Escondidas “, a oscuras, buscándonos
unos a otros esperando no encontrarnos para extender aún más
el placer del juego. Y después de todo lo de arriba, pues nos rendía
el cansancio y nos retirábamos a dormir. Uy! Bien avanzada la noche.
A eso de las 9:00 PM.
Éramos…Luis Antonio, Javier, mis hermanas putativas Teresa y
Delia, y más tarde a eso de las 10:00 PM llegaban a casa Ricardo
y Chico a dormir.
Para esa hora la calle estaba más sola que el pavimento que
la cubría. Salvo que para esa hora, comenzaba su trabajo el
Centinela del barrio. Un señor que en su bicicleta mantenía
su vigilancia del barrio montado en su bicicleta.
Esos vigilantes se hacían saber el uno del otro y sus contingencias
con un silbato que tenía un sonido muy dulce.
Era el sonido de un colega haciéndole saber al otro que todo
estaba en paz. Y de esa forma fueron mil y unas noches más
en la casa de Prado 569 a una cuadra de Faustino Ceballos,
otra cuadra de Avenida Tolsá…y a un milímetro de la calle de
mi corazón.
EO