No. Que existía el llamado “ pecado “.
No. Era y nada más. Como hoy. Soy quien soy. Como toda
persona. Si. Si, el hombre se ha preguntado desde quien sabe
hace cuánto tiempo esa posición universal en su entorno.
Que desde aquel y desde aquel otro y otro llamado filósofo.
Indio, Chino, Griego…del país que más te guste.
– Haz esto y no hagas esto o aquello…
Aburridos. Aburridos consejos dados al hombre. Si.
Uy, como nos encantaría tomar toda vez la decisión correcta.
Pero no es así. Somos falibles. Bueno, el Papa es infalible.
Pero es el único. La Guadalupana también, aunque nunca la
hemos oído hablar, de seguro es infalible también.
Y mira, sin haber dicho “ agua va “. Que te parece?
En fin. Se me inculcó, por costumbre…uso…usanza…rito…
tener que decirle a un completo desconocido, mis cosas
personales…a un individuo bien alimentado…probablemente
ebrio…o en una resaca…de rodillas…mis “ pecados….”
hazme el puto favor! Hijo de puta! Pecados los que él cometía
abusando de la inocencia de niños hincados ante él…diciéndoles
que tenían que rezar diez putas ave Marías y Padre nuestros para
limpiar nuestras almas! Hijo de la gran puta! Esa mierda jamás debió
haberse suscitado. La puta Religión y sus asquerosos dogmas.
Asquerosos! Envenenando las mentes de niños… y adultos.
Recuerdo esa última vez. No tuve la experiencia…las palabras…
para haberle dicho a ese bicho hijo de puta que era una mierda.
Le hubiera dicho a mi hermano de esa experiencia, de seguro
le parte los hocicos al mal nacido. Cuál mal nacido! Hijo de puta.
Que vivió como un PRIncipe quien sabe y por cuánto tiempo.
Engañando a los demás. Puta mierda.
EO