Todo mundo, – Jesús por aquí, Jesús por allá.

Y…pues que se ha resuelto? Nada. Nada. Nada.

Seguimos igual. Qué antes y después de él.

Ah, pero la del gran negocio que se ha hecho usando

y pregonando su nombre por todos lados.

– Jesús, El Salvador. El redentor. El ungido. El único.

No olviden dejar su cooperación por el beneficio de

todos nuestros hermanos. ( palabras más palabras menos ).

Más nunca oímos…- Hermanos sigamos el ejemplo de Sócrates.

( dicen los libros que era un hombre que te forzaba a pensar ).

Y eso es bueno. No? No, no que te force ninguno a pensar.

No, tú eres libre de pensar lo que más te venga en gana. Claro.

Pero, los libros de Historia Universal nos dicen que existieron

hombres preocupados por el bien del hombre.

Ahí tenemos a ese filosofo Confucio. Fíjate nomás que cosa dijo:

Siempre que van dos a la par. Uno al lado del otro, hay uno ve

algo antes que el otro.

Brutal, no?

Y así como ese individuo, se sabe que han habido puños de grandes

pensadores por todas partes y latitudes del mundo.

Mi abuelito fue uno de ellos. Si. Fíjate:

– Cada vez que pidas algo, di por favor, y gracias.

Como la ves? Ah, pero alguna vez alguno ha hablado o dicho

algo bonito de mi abuelito…?

Así es el mundo.

O, en su defecto, de mi mismo. Cuando digo:

– Antes de abrir la boca, piensa.

Ay, ojalá pudiera observar mis propias palabras.

Supongo que no seré inmortal. Está bien.

Que le voy a hacer.

EO

Leave a comment