Te amé tanto como antes de conocerte.

Sabía que en este lugar estarías. Porque las estrellas así

antes que tú y yo lo sabían. Y qué otra opción me quedaría?

Sólo la de amarte como lo hice noche y día. Y aún en mediodía.

Cuando las ventanas de par en par dejaban pasar al viento

sin ningún tipo de compromiso, más del que permitirnos

amarnos como desde el primer día.

Ah, amada mía…descansaste en mi brazo. Haciéndome sentir la ilusión

que era para ti todo lo que fuiste para mi.

El reloj marcó la hora y el año. Y el segundo que acaba de pasar.

Ah, como cambian las cosas con el segundero del tiempo.

EO

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