Perderme en la avenida de tu mirada.
En las calles adyacentes de la misma. Caminar con el crepúsculo
del día mientras me dirijo a tu casa. Sentir la noche toda mía.
Sin ningún otro individuo por ningún lado. Aparte de mi sombra.
Con mis pensamientos en un ramo de los mismos para regalártelos.
Me encanta perderme en el aroma de tus axilas…que me guían a tus
labios. Besar tus labios que me orillan a lo incógnito de mi.
Donde existe una sola y eres tú. Y donde el Océano Humanidad
desaparece cual Atlántida. Permaneciendo sólo tu.
Me encanta perderme en tus calles adornadas con faroles especiales.
Por ser un vecindario excepcional. Donde solo los pudientes son
capaces de cubrir el gasto mensual. Y por ese mismo vecindario soy
capaz de caminar por tus calles y avenidas. Para llegar a tu domicilio.
Para pasar a tu habitación. Para hacerte el amor y todo lo que la
palabra implicara. Incluso de morder los lóbulos de tus orejas.
Y sin mencionar el de besar tus tobillos, piernas y cuello antes
de tocar la punta de tu lengua. Mientras mis manos rasuran los
vellos que no tocaste con el rastrillo. Me encanta perderme en la
avenida de tu mirada para saber que me espera mañana.
EO