No. Ya no. Ya no imagina uno. No. Ya no.
Se despierta uno con el Internet y se acuesta uno con
el Internet. Como si fuera tu novia o tu esposa.
No recuerdo cuál fue el último libro que leí.
Dejé de ver la palabra por escrito en una cosa llamada eso.
En letras negras y en páginas de papel que olían muy bonito.
Y que marcaba con un doblez en la esquina de una de esas
páginas para continuar mi lectura. Ya no. Ya no lo hago.
Ahora tengo la página de vidrio de una llamada tableta
electrónica para hacerlo. Si, eres de capaz de leer el último
acontecimiento en cualquier parte del planeta…e imagino,
que es algo positivo…mas…hay un algo que me toma los sentidos….
cuando me veo de repente no siendo capaz de despegarme de esa
pantalla…a veces me siento…vacío y lleno a la vez…ves a tanto
individuo caminado con el celular en mano no prestando
atención a lo que está pasando a su alrededor.
El auto que se aproxima…el niño corriendo por los pasillos del
súper mercado que casi arrollas…la señal del semáforo…y pasa
que en tu eterno estado de distracción, no te das cuenta si
el semáforo cambio!
Algo, algo no sé cuánto no está bien con esta situación.
A partir de mañana limito esta actividad en cierta forma
positiva a un mínimo.
EO