Volviendo al libro del que les he platicado.

En cada una de sus mil páginas escritas no con tinta.

Con negritas, no. Rojas, con sangre. Mira, hay de muertos

luego de cada tercer renglón…Uy! Con ese infalible dios ordenando

a su elegido, nunca jamás ponderado correctamente pueblo

de iletrados. Despacharse a todo aquel que se interpusiera en su

camino. Pues si. No había escuelas públicas ni privadas.

Y como cuenta el cuento, siendo esclavos de unos dizque

Egipcios, quienes tenían un faraón muy mandón. Muy mandón.

Se la pasaba todo el santo día inventando nuevas formas de

explotar a esos esclavos. Judíos, tengo entendido. Tu crees?

Y un día, en que el sol se paralizó por exactamente tres horas y

tres minutos. Esto lo escribió uno de los pocos que sabían leer y

escribir. Historiadores, les decían. De las 9:00 AM a las 12:03 PM.

Hora de Greenwich. Y en ese lapso de tiempo, oye. Cogieron esos

Judíos sus cosas y de paso aquella y otra pieza de Plata y oro en la

prisa, y tomaron las de Villadiego. Así. Que dizque un hombre

llamado Moisés, los animó a dejar esos grilletes de esclavitud y

a salir lo más aprisa posible de ese maldito que ya parecía eterno

infierno. Oye! Que se entera el mentado Faraón…uy…el berrinche que

hizo. Convocó a todo su ejercito de carrozas para dos, tiradas por dos

briosos caballos, y presuroso trató de evitar que se escaparan.

Imagínate en las que se iba a ver sin mano de obra barata. Cuál

barata, gratis. Tendría que pagarle a sus compatriotas para hacer

todo trabajo. Y la economía no estaba para eso. No. Había dineros

para vivir a todo lujo, pero para el faraón y sus más allegados.

Algo así como un Alito en un país que se llama México. Ándale.

Y ahí iba, ahí iba el Faraón arrojando espuma del coraje tras ellos.

Cuando nuestro hombre Moisés, que crees que hizo. Que crees?

Si, que habiéndose llegado a un brazo de mar entre la tierra que

salieron a buscar y las tierras que acababan de dejar, se interpuso

en su ruta, que iba a ser de 40 años nada más. Fíjate. Y dizque en

ese momento…Moisés alzó su báculo…oye…dizque las aguas

se apartaron, unas para ese lado y las otras para el otro. Y quien sabe

como le habrían hecho para llegarse al otro lado…imagina…la de

ancianos, niños, mujeres embarazadas, las cosas que iban cargando…

lo hicieron en carretas…? Tiradas por caballos…ó burritos…? Y cuantos

que numero de enfermos…no podían mantener el extremo rápido

caminar. Y luego…el sol…que a eso de las dos de la tarde ha de haber

sido…inclemente. Y nos dice el libro mágico ese, que lograron llegar al

otro lado. Ah, y que el Faraón y su ejército todo murieron ahogados.

Creerás que no se le ocurrió al Faraón pensar que las aguas iban a

tomar su curso natural? Así.

Tu crees? Oye! La que les esperaba a esos pobres judíos…uy…iba a ser

una de interminables aventuras. Comenzando y aún hasta ahorita,

matando gente por aquí y por allá. Así. En cuanto hubieron encontrado

para ellos la “ Tierra Prometida “, cuando su magnífico y generoso dios

les dijo: – van a encontrar a unos que se hacen llamar cananeos. Se los

despachan. Y luego, van a encontrarse con estos, aquellos y los otros,

se los despachan…-

fue una de despacharse gente…hasta la actualidad.

Actualmente esos mismos judíos de quienes estamos hablando, ya

se han despachado alrededor de 40,000. En diez meses? Y hay una baja

de 80,000 heridos. Si. Buscan ganar más territorios de los que se han

hecho. No sabemos cuantos de esos heridos no van a

sobrevivir. Sin contar la falta de hospitales que han sido destruidos.

Los más de 200 doctores muertos hasta ahora. Y los que habrán

de contarse esta noche. Ah, y los de mañana. Que te parece, querido

lector?

Si. Dizque todo eso que te acabo de contar, y ha de continuar fue

escrito por la misma uña del índice de ese Dios. Tu crees?

Yo no.

EO

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