No se encuentra en las hojas hediondas de ningun
libro. No. Se encuentra en las hojas del árbol
frente de tu casa. A veces su movimiento es cadencioso
y rítmico…otras…violento…dependiendo de las
condiciones atmosféricas. Más siempre se encuentra vivo
y ante tus ojos. No sientes algo mágico al sentirte al pie del
mismo? Si, y dependiendo de la estación del año, cambia.
Y dependiendo de la estación del año, se suscitan cambios.
Durante la primavera y verano, su foliage es verdoso.
Y has por supuesto observado que en el otoño, se retira a
descansar y dormir durante el invierno. Lo hace por irse a
sentir el calor del pecho de la Madre Naturaleza.
La madre de todos los dioses. Así que ya lo sabes, querido lector.
Dios está ahí nomás a dos pasos. No tienes ninguna necesidad de ir
a un sitio oscuro y contaminado con el mal aliento y respiración de
otros en un edificio de hormigón y varilla…donde el aire con mucho
trabajo circula…donde un individuo que no conoces, al frente de
todos, te platica cuentos en los que regularmente…te inculca…
su forma de pensar para su conveniencia, no para la tuya y todos
los demás…no. Lo hace por su propio provecho y beneficio.
Lo hace por vivir en la comodidad en que vive. Sin ninguna
carencia….no. Dios está ahí nomás a dos pasos. Es más, Dios está
donde siempre ha estado desde antes que nacieras. En el vientre
de tu madre. Exacto. El mismo caso de él cuando se va a descansar
para sentir el calor del vientre de Madre Naturaleza.
Así, que. No te mortifiques creyendo cosas que te dice ese hombre
al frente de todos, los domingos. Sutil y mañosamente sembrando
el miedo y el castigo para ti si no sigues sus consejas al pie de la letra.
Para él, eres su negocio.
Te decía, Dios está aún más cerca de ti de lo que te imaginas.
Está en el mero centro de ti. En tu cerebro.
EO