Hete que estamos a 31 de agosto de 2024…
después de Cristo. Un hombre que se dice era el hijo de
un Dios de tantos mentados en la mitología, tú. Pero que
resultaba que este si era el bueno. El Salvador, salvador verdadero
de las miserias y penas del hombre. Olvídate. Ya no ibas a pagar ni
renta. Si, tú que vives en la Ciudad de México y yo en Los Ángeles.
Así. Oye, pues hasta la fecha sigo pagando renta y nada barata.
Y que todo iba a ser miel y ojuelas al minuto de haberse despachado
a un joven hombre quien su mismísimo padre, el creador de todo lo
habido y por haber había mandado ex profeso a morir por nuestros
pecados, tú crees? Así. Aquí en la vecindad todos tenemos su litografía
a la cabecera de cada cama. Si, para el momento ese en que nos llegue
La Parca a cobrar la renta de toda la vida, estemos preparados.
Pero, en qué estaba? Ah, si. El Dios ese de un libro muy viejo…imagina…
tiene ya mas de quien sabe cuántos siglos de viejo. Y creerás que con
ese mismo libro viejo en unos casos, muchos, lleno e impregnado de
un olor nauseabundo, ha sido usado como una herramienta por unos
vividores bárbaros sucios deleznables para someter a otros?
Física…mental…y espiritualmente hablando. Sin contar la violación
de todo un continente, de cada abuela y nieta…la sucia…imposición
de un sistema religioso nauseabundo. Deleznable. En el que pensar
y contradecir su dogma es considerado un delito contra el mismísimo
creador, tú. Así. Y ese mentado puto ” creador “, donde está el inútil?
Mira, tanta cochinada creada por el asqueroso del hombre…por todos
lados! Donde anda ese cabrón? Hijo! Anda! Haz algo útil! Estamos
a un pelo de rana calva de dejar de existir…y tú? Por el amor de la
Santa Prieta Guadalupana, la madre de todos los dioses del continente…
haz algo…o…nos va a llevar la tristeza.
EO