No entiendo.

Si Dios es Dios. Creador de todo.

Qué necesidad tendría de la sumisión de un mortal?

Por vanidad…egoísmo…por puro invento…?

Esto último ha funcionado a la perfección en cuanto teniendo,

a millones de seres humanos dispuestos a arrodillarse ante un

fetiche. Si. Ah, y a la par, produciendo grandes ingresos de dineros

a los cajones de indulgencias por terrenos en el cielo. Para esos fieles

adeptos. Que dejan la piel y hasta la sangre en su fútil sueño.

Oye…la de dineros que se mueven…oye…por todos los lugares

donde se pregona la dulce salvación eterna. La misma que es

mencionada cada madrugada en el pueblo más remoto a las cinco

de la mañana. Y que les hace vivir y llevar una vida muy cómoda

y sin problemas a esos merolicos que se hacen llamar “ sacerdotes “.

Embusteros parásitos. Recuerdo la mañana cuando ese “ sacerdote “

ofició esa misa de “ cuerpo presente “ de mi hermano Alfredo.

Un hombre en sus treintas…caminando al recinto de la celebración…

perfectamente rasurado…con un calzado caro…una corbata de seda…

camisa con mancuernillas…una belleza de hombre…pantalón de

gabardina…hablándonos acerca de la vida y la muerte…insultándonos.

Con su trillado discurso que iba a repetir quien sabe cuántas otras

veces más. Si, le iba a ir muy bien. Con quien sabe

cuántas otras misas más ese día.

EO

Por favor…( Los Ángeles, CA 3/16/24 ).

Desayunamos en este “ restaurante “ de pacotilla.

Por pura insistencia de mi vecina. Condescendimos. Malo. Malo. Malo.

Ordené los huevos con chorizo. El cocinero no tuvo la imaginación de

haber adornado el platillo con dos trocitos de rábano…dos rajitas de

lechuga…no. Parecía una plasta de heces arrojadas por la boca de

la Xóchitl. Imagínate. Le pedí al hombre algo de la salsa más picante

que tuviera…hizo una cara como que me iba a traer las mismas

lágrimas de María. El café no pudo haber sido

más insípido. Bueno, lo más rico de todo fue la sal…

Ah, y caro. Mi vecina, pobrecita. Dijo maravillas acerca de su

orden. Yo no dije ni jota. De regreso a casa, mi esposa y yo

hicimos mención de unas fonditas riquísimas donde degustamos

los mejores desayunos del país. Que ya no existen. Más yo, que

sé una o dos cosas acerca de cocinar, me las gasto como él que

más. Claro que si señor.

Que regrese a ese lugar? Jamás. Prefiero mi sartén y mi estufa

sal y condimentos, a cualesquier otro lugar. Gracias.

EO

Hermano Andrés Manuel.

No sabes qué emoción se siente oírte cada día.

Vamos a extrañarte. Mas así es la vida. Tú lo has dicho.

Hiciste lo tuyo, y san se acabó. Te vas contento y satisfecho.

Nos has ayudado a los pobres y necesitados como jamás se

había hecho. Llegaste al poder sin intenciones de lucro personal.

Sino por hacer por el ciudadano desprotegido. El débil. El explotado.

El abusado. Elevaste nuestra dignidad humana y pusiste a nuestro

querido México hasta por los cuernos de la luna. Aquellos que nos

menospreciaban y pensaban íbamos a continuar siendo presa de sus

multi millonarios intereses, se fueron en blanca. Gracias a ti. A tu

inteligencia y sabiduría. Jamás mostraste un ceño de disgusto en tu

frente. La fortaleza física y mental tuyas…de madrugar cada santa

mañana…a saludar a tu amoroso pueblo. Que estuvo desde el primer

momento de tu gobierno contigo. Nunca nos decepcionaste.

Al escuchar tu discurso de esta mañana…anticipando tu despedida…

fue tan emocionante …que tuve que recurrir a dos del fuerte para

controlarme. La emoción me embargó…y lloré…como un niño…

de orgullo y contento…deseo la pases muy lindo cada día en tu casa

en Palenque. Caminando con tu perro al lado camino a la playa.

O, descansando en tu hamaca…al lado de tu esposa…o degustando

ese rico pescado con harto ajo que te sabe preparar Doña Rosa.

Que duermas a pierna tendida con la ventana de par en par.

Gozando la compañía de todos tus seres queridos.

Gracias por todo, querido hermano Andrés Manuel. Cuídate.

EO

En la vecindad.

Tuvimos un fenómeno anómalo llamado Doña Cuca.

No te imaginas…se levantaba a las once de la mañana gritando

y diciendo que era la mejor persona de la vecindad…hazme el favor.

Así. Llegaron un día, unos individuos de blanco buscándola.

Diciéndonos que tenían grandes planes para ella y para todos

nosotros también. Lo que nos produjo zozobra y asombro.

Nos preguntamos a nosotros mismos, sin decir palabra alguna…

– cómo? -. Y se la llevaron para vestirla de maravillas. Nunca le

habían gustado los huipíles de Doña Rosa. Hete que la vemos

en la televisión con huipíles de todos colores y sabores.

Y la anduvieron exhibiendo por todos lados, como

al mismo Jesucristo. Que iba a arreglar los problemas no sólo

de la vecindad, sino de toda la ciudad. Y fue una de verla día tras

día hasta en la sopa. Llegamos a recordar las veces que brincaba

desnuda bañándose en los lavaderos…Dios…daba lástima.

Su figura no era así que digamos…- Huy…que bella…-

Más bien daba lástima. Pero la pobre, parece que nunca se dio

cuenta de eso. Optamos todos no encender el televisor salvo por

las mañanas para oír al presidente. Un día…regresó…sola y

abandonada…con fajos de billetes…más ni uno de nosotras se

dignó en saludarla. Regresó a su cuarto del #7. Y allí murió.

Sin más compañía que la botella de vino que siempre a su

lado mantenía.

EO

Mi buhardilla.

Oye. Que vivo la mejor vida. Si. Vivo, todavía.

Hay acaso algo superior a eso? Verdad que no? Bueno.

Oye. Echado en este mullido colchón en el piso. Negro, mi perro.

Y Blanco, mi gato, conmigo a un lado. La mesita de noche al lado.

Con el cántaro de agua fresca todo el tiempo. Y el jarro adjunto.

La ventana de par en par. Mostrándome todas y cada una de las

estrellas. Ya hasta me sé sus nombres. El aire fresco del aroma de

la Flor de Noche. Que me recuerda el aliento de Petra a medianoche.

Cuando nuestros cuerpos se entrelazan en un nudo que sólo el calor de

nosotros mismos es capaz de deshacer. El gozo de oír la hojarasca

como arroyo corriendo al pie del árbol. La luna acariciando mis

mejillas. El grillo mi hermano, en algún resquicio en la cocina

acompañándome con su dulce canto. Desde que era niño. Cuando

en el rancho hacía coros con la rana y la lechuza…cú…cú…cú…

no sé si existe alguien más afortunado que yo. Ojalá que si.

EO

Mi amiga R. ( Los Ángeles, CA. Circa 2024 ).

Murió hace unos días. Diez o cien, es lo mismo.

Luego de haber sufrido un golpe en la cabeza. A mitad de

la noche, entrando a su baño. Su vista era ya casi nula.

Aparte de dos paginas de afecciones médicas. Su peso era el de

una gatita…que sentía podía levantar sin ninguna dificultad.

Mas nunca lo hice ni pensé en hacerlo por respeto.

Si. La abrasé delicadamente esos últimos días que la visité.

Cuando me hizo ver el progreso de sus queridas rosas.

Sus apios…ajos…y quien sabe cuántas otras plantas que ella

cuidaba y nutría con su amor diario. Regándolas con la manguera

que le arreglé, luego que quizo deshacerse de ella. Me regalaba

limones todo el tiempo de temporada. Amén de su valioso tiempo.

Con el sonido de su voz. Que era el aleteo del cóndor que la saludaba

cada mañana en su país. En el país mismo que construyó escaleras

al cielo. Descendiente de una cultura mágica y maravillosa.

Como la mía. Sus manos eran gigantescamente pequeñas.

Movían la montaña de un ser humano con la facilidad de una

mano mágica y prodigiosa. Tenía la misma edad del tiempo.

Su piel era apergaminada al final de sus días. Y podía leer en ella

casi lo que estaría a punto de decirme. Me platicó las más lindas

cosas de su país. De sus montañas, ríos, pueblos…cocinaba como

una bendita. Se movía con la sensualidad de una egresada del

Colegio de Ballet de su país, que enloquecía a su esposo. Quien era

una linda persona también. Fumamos cigarrillos, hasta llegamos

a alegar por cosas pueriles de las que luego nos reímos.

Esa fue mi amiga R. El cóndor de su país y la puna, la estén llevando

hasta donde terminan las estrellas.

Te extraño, querida amiga R.

EO

El imbécil cambio de hora.

Se hizo ayer. Hete que me despierto muy tranquilo, pensando

que son las nueve…eran las diez de la mañana! Ahorita.

Me vine a echar pensando que son las nueve…son las diez de la

noche…hazme el favor. Aún no tengo sueño! Tengo entendido

que esto no le pasa únicamente a mi. Sino a incontable número

de individuos. Nos encontramos desorientados! Cual sería la otra

palabra? Por favor. De esto también se quejan los rancheros.

Que tienen, son forzados por este cambio de hora que consideran

desfavorable y forzado en la rutina de sus animales.

– Me estás diciendo que voy a ordeñar a mi linda vaca Estrella

a las cuatro de la mañana…cuando tanto ella cómo yo aún sentimos

que son las tres de la mañana! Por favor!

Estamos hablando de aquí del estado de California. Hay estados

como Arizona que no observan tal cosa.

Que bueno que en México se deshicieron de tal imposición.

A la que el PANy sus secuaces pusieron todo tipo de objeción.

Como siempre. Ni modo. A ver si un día cambia esta situación.

Si, si va a cambiar. Me parece…que en seis meses.

Si, si, si. Ya sabemos la historia del cambio de hora.

EO

Oye, Dios. ( el de la Biblia ).

Dime, para qué….tanto argüende!?!?

Ya que habías trabajado sesenta horas semanales, veinte

más de las de hoy, creando esto aquello y lo demás.

Debiste haber cesado de haber creado algo más. Si.

En cuanto te llegaste al perro, ahí debiste haber dejado todo.

Pero no…! Te seguiste con el hombre! Lo más nefasto hasta la

fecha. Oye, que cosa fue esa de haberle extraído una costilla…

para haber creado de ella…una mujer…estabas ebrio…ó…que pasó!

Y luego se te ocurre decirle a la primera pareja del planeta…

no probar el fruto de este o aquel árbol…so pena de dejar ser parte de

tu mentado paraíso…oye…y que te das cuenta de sus quejidos

eróticos y ayes de placer…y que te invade la envidia…y la lujuria que

no conocías…y los arrojas al arroyo..! Hazme el favor…!

Y ahí no paró tu ira y berrinche. No. Oye, porque una vez que esa

pareja de Juan y Rosa habían procreado mil familias…te los

despachaste porque todo y cada día se la vivían creando prole

cual conejos en celo. Que lo están todo el tiempo. Oye…oye…

no te parece cruel…haberlos ahogado a todos…? Si, con esa tormenta

de más de mil días o quien sabe cuántos. Pero…cual es tu problema?

Eres Dios. Entonces? Nada debería enfadarte. Correcto? Si yo fuera

tú…olvídate. Viviría y dejaría vivir. Oye, no. Y ahí no paran las

cosas. Una mañana que no estabas de buena gana, cómo quien sabe

como tantos otras. Le clavaste en la cabeza a un anciano…llevarse

a su hijo al monte…y hacerlo picadillo…! Con el cebollero de la cocina!

Oye, pero si estarás bien de la cabeza!

Imagino que tienes cobertura médica universal. Ve a tu doctor.

Cuando fue tú último físico?

Mira. Te entiendo. No te vayas a enfadar y me vayas a mandar un

segundo infarto, el cual yo sé un día de estos va a suceder.

Me la llevo bien contigo. Como con mis Dioses Huichilopoztli

y la Coatlique. Lindos ellos. Estaría bien que tomaras una

vacación. Llama a Satanás. Sé que de vez en vez se van a jugar

ajedrez a Mazatlán. A la orilla de la playa…ligando lindas chicas…

bebiendo Pacífico hasta el amanecer. Hazlo.

Este mundo está lleno de tensión y ansiedad.

Goza la vida mientras puedas.

EO